Buenos días, Ani_pascual
Hola RDC:
Dios, como artilugio conceptual és muy útil y necesario para ciertos tipos de personas o teorías o necesidades de comprensión. Para mi es un tipo de andamiaje cognitivo, según lo que cuenta la teoría de Vigotsky.
Por ejemplo, la idea de Dios ha sido fundamental para desarrollar la ciencia moderna. Eso es indiscutible. La cuestión es: ¿hasta qué medida aún seguimos necesitando semejante idea para comprender la existencia? Personalmente, no la necesito.
Mi opinión está en las antípodas. Creo que mientras existan humanos siempre será necesaria, ya no la idea de Dios, sino Dios mismo, sin cuya providencia ninguno de ellos respiraría. Así pues, para algunos no es un artilugio conceptual ni un andamiaje cognitivo sino una realidad vivencial. Que otros, como tú, profiráis no necesitar la idea de Dios, y mucho menos al propio Dios, para comprender la existencia, no demuestra que no lo necesitéis para existir. ¿No podría ser también solo una ilusión? Por mucho que el robot Sophia exprese que no necesita de los humanos para seguir funcionando, lo cierto es que es evidente que sí depende de ellos. Se trata de opciones personales y dudo mucho que sea posible mediante razonamientos filosóficos descartar una de ellas.
Saludos
Entiendo perfectamente lo que comentas, pero ciertamente no pienso lo mismo. A mi entender la idea de Dios, como causa y garante de todo cuanto existe y sucede bajo su voluntad (leyes universales, etc) es una idea como la de "círculo perfecto". ¿Acaso existe un círculo perfecto? No, no existe. Ahora bien, sin la idea de "círculo perfecto" hay un montón de cosas que nos son incomprensibles y por tanto, "necesitamos" pensar el mundo como si existieran círculos.
Que pensemos que necesitemos algo, no implica que eso que necesitemos sea:
1) Cierto y por tanto exista tal cual nos imaginamos y pensamos
2) Que siempre y en todo momento la vayamos a necesitar.
En realidad, podríamos vivir y pensar el mundo sin emplear la idea de círculo perfecto; donde ahora usamos la idea perfecta de círculo podríamos substituirla por la de de un polígono regular de muchos lados y prácticamente nos funcionaría igual. ¿O me equivoco?
Además, hay algo muy curioso de la idea de Dios, al menos la defendida por los filósofos modernos (todos ellos matemáticos,lógicos y físicos). Esta idea garantiza la existencia de una realidad objetiva y por ello metafísica: un mundo de cosas con un valor propio, unas leyes universales propias y por ello, la existencia de un mundo común a todos (no subjectivo). No en vano se le llamó "ens realissimum".
De hecho, de entre las diferentes demostraciones de su existencia cabe destacar que al final el argumento más importante para demostrar la existencia de Dios dicta, resumidamente:
"Existen verdades objetivas y autoevidentes porque Dios existe, y Dios existe porque existen verdades objetivas y autoevidentes." Incluso, diría, la demostración que presenta Gödel sobre Dios se basa en esta idea tautológica o redundante.
Que la demostración de la existencia de Dios esté basado en una tautología redundante de este estilo ha sido criticado largamente, y no únicamente por supuestos pensadores ateos (que no hay muchos). Gassendi, por ejemplo, le criticó este argumento circular a Descartes. Y Gassendi era un teólogo cristiano de pura cepa, muy agustianiano, para el cual el entendimiento humano nunca puede alcanzar a comprender las verdades de la fe. Pero Descartes lo sorteó diciendo: Dios es la realidad toda, con lo cual es autoevidente, existe por sí mismo, en consecuencia sólo se puede llegar a comprender por sí mismo. Y de tal guisa justificaba el apelar a argumentos circulares para demostrar su existencia.
Creer que existe un mundo metafísico hecho de leyes universales, entidades con valores o propiedades intrínsecas, esenciales y objetivas, detrás de cuanto medimos, observamos y experimentamos, por ser, precisamente, la causa de todo ello, implica creer en la existencia de una realidad tautológica: una realidad que se demuestra a sí misma a partir de sí misma.
Bien, llegados aquí uno puede preguntarse: puede un mundo perfecto y completo como este que se ha imaginado en base a realidades objetivas y Dios afectarnos para algo a nosotros? Precisamente esto es lo que se replantea Platón en los 3 diálogos que ya expuse de madurez. Y reconoce que si un mundo perfecto y totalmente comprensible existiera (el mundo de las ideas) nos sería por completo incognoscible y trivial ¡Siempre estaría demasiado lejos u oculto de nosotros! Entonces Platón reconoce que esa es una teoría muy juvenil, pero que debe desecharse.
Dicho en otras palabras, si cada 300 años vemos que es necesario replantear de forma bastante radical nuestros escenarios teóricos sobre el cual representamos el mundo físico, y eso ocurre de forma indefinida, ¿acaso no resulta absurdo presuponer que exista una realidad objetiva (resumida en la idea de Dios) trás cuanto experimentamos y que mediante el método científicos nos acercamos a ella?
Pienso que eso es algo que uno debe valorar. Y cuando yo he valorado esta situación he llegado a la idea de que en vez de pensar que nosotros, y la existencia entera, somos creación de Dios, más bien deberíamos pensarlo del revés: que Dios es creación de nosotros, en concreto de nuestra inteligencia y su potente facilidad por imaginarse cosas y crear escenarios. ¡Y luego creerselos como reales!
Un saludo