En mi caso, estudio ingeniería técnica en informática, pero paradójicamente sólo he aprobado las asignaturas de matemáticas.
Alguien me sugirió que me cambiara a la carrera de Matemáticas. Pero tendría dos problemas:
a) En mi provincia no se da la carrera de Matemáticas
b) Las matemáticas de informática son mucho menos exigentes que las de la carrera de Matemáticas.
Así, es paradójico. Porque, entre los alumnos de informática, podría estar, pongamos, en el percentil 85 (o sea entre el 15% más brillante) en asignaturas de mates. Pero mi base de mates tampoco es suficiente para hacer la carrera de Matemáticas.
Así, me siento un ser anfibio. Como Manuel Azaña (que, como político era un gran escritor, y como escritor era un gran estadista).
En las asignaturas que he preparado bien, no me puedo quejar de las notas: en álgebra tuve un 7, en análisis un 6 y en estadística un 6. Aunque las notas no son malas, lo cierto es que, tanto en análisis como en estadística, los profesores me juzgaron con gran benevolencia. Y perfectamente podía haber sacado un 4.
Este año, si tengo la oportunidad, intentaré ir a todas las clases, ya que pienso que, con asiduidad, tal vez pueda aprobar incluso la asignaturas que me resultan complicadas. Ya veremos. Si dedicando un gran esfuerzo, no consigo resultados, lo dejaré.