Una compañera mía que estudiaba economía un día dijo "yo no sé por qué los matemáticos se consideran más inteligentes que los demás", frente al comentario, otro compañero matemático dijo que no era así "yo, por ejemplo, me considero un idiota: tengo que estudiar cosas 10 veces más difíciles que un contador o un economista, y me pagan 10 veces menos"
Fuera de la anécdota, yo creo que la matemática es bien compatible con una vida normal, lo que no es, es querer tomarla como un deporte y querer ser el mejor año tras año. El mundo te va dando cada vez más cuanto más uno rinde, está en nosotros saber poner restricciones para no terminar locos o pesando 180 kilos.
Además de la vía de la matemática pura, tenemos algunas salidas para descansar un poco también: trabajar en consultorías (calidad, ingenierías, seguros, economía, administración, investigaciones varias), docencia, incluso política universitaria.
No hay que olvidarse que la vida no se limita a graduarse a los 21 y doctorarse a los 25. No nos olvidemos que aún estando en el nivel más bajo de los matemáticos, uno puede estar bien arriba en cuanto a conocimientos y claridad mental con respecto a muchísima gente con una vida razonable. Pocos son los caminos que cuando están muy bravos para arriba se abren tantos laterales fáciles.