Hola
Es como dice Masacroso (y luego Martiniano).
Hola, Luis. Sí, sí, yo me puse a hacer cosas sin pensar, como siempre,
Os comento algo.
Muy probablemente este hilo que pone Juan Luis está relacionado con algo que hablamos él y yo el año pasado cuando él entró al foro proponiendo una demostración de la conjetura de Goldbach donde quería justificar que ésta se cumplía por la probabilidad de los grandes números.
Yo le dije que la conjetura no se cumple por probabilidad, que se imaginara dos tarros, ambos llenos con judías y garbanzos, donde los garbanzos se hallaban en una cantidad mucho menor respecto de las judías (en los dos botes). Si la densidad de garbanzos es muy baja, es difícil sacar al azar garbanzo-garbanzo de cada tarro en una misma tirada. Esto era un ejemplo para que viera que, si los números de los intervalos (0,n) y (n,2n) se desordenan al azar y se elige un número da cada intervalo, la probabilidad de que para todo “n” obtengamos siempre dos primos que sumen 2n es cero (o prácticamente).
En este ejemplo la coincidencia es mucho más fácil y, sin embargo, la probabilidad también es prácticamente cero cuando hay muchas bolas.
Es curioso que no se me ocurriera algo similar a la idea de Masacroso (o Martiniano) y ahora me da rabia, porque durante muchísimos años he pensado en la idea de los dos intervalos (0,n) y (n.2n) poniendo uno encima de otro como dos hileras para analizar las posibles coincidencias de los primos (sin llegar a deducir gran cosa).
Ahora, a partir de la idea inicial de Masacroso se me ocurre visualizar cada permutación como los alambres de un ábaco con bolas de dos colores y dos alambres; o, mejor dicho, podemos imaginar muchos ábacos con las combinaciones dos a dos de las permutaciones.
Sacar dos bolas de un color distinto análogo, en primer lugar, a elegir un ábaco que tenga al menos dos bolas de distinto color en el mismo lugar del alambre (a la misma “altura”) como requisito necesario pero no suficiente. Y para que sea un caso favorable, al elegir al azar un lugar (siempre el mismo en los dos alambres, entiende) tendremos que tener la suerte de elegir uno en el que se dé la coincidencia negra-blanca o blanca-negra.
Así que, Juan Luis, no hace falta ni hacer los cálculos (que ni con el Python puedo) simplemente imaginando esto que digo ya se ve que sería un milagro. Y lo de los primos... pues más que milagro.
Saludos.