El mundo está compuesto por 7 niveles de substancia que a su vez se componen de otros siete subniveles y así sucesivamentehasta el infinito. Lo más increible es que de los siete primeros niveles la física moderna conoce ya hoy tres, me explico, ellos pensaban que la energía era la condensación del espíritu, que la mente era la condensación de la energía, que la materia era la condensación de la mente, y que aún existian otros niveles, no recuerdo los nombres, pero el siguiente nivel se obtenía como la condensación de la materia, ¡los agujeros negros! ... y aún la cosa seguía más allá, ¿la materia oscura?.
No me imagino tomándote este tipo de cosas con buen humor... pero bueno, a todos nos llega.
Durante mi adolescencia tuve gran interés por las ciencias ocultas, las creencias orientales, y todo ese tipo de cosas.
Pero también tenía gran interés por los avances científicos.
La cuestión es que con los años me he ido decepcionando enormemente de todo lo no científico, y aunque no tengo rechazo a las creencias que chocan con lo que la ciencia afirma, sí tengo rechazo hacia las personas que están convencidas de que todo es o es cierto.
Porque uno puede acercarse a nuevas maneras de buscar y entender la verdad, y me parece muy loable, pero me parece totalmente idiota creerse algo sólo porque es antiguo, o porque suena agradable, o porque es exótico, o porque vino alguien que pone cara de maestro espiritual y habla suavecito para dárselas de sabio profundo.
Es un terreno muy difuso, porque es cierto que la ciencia no lo explica todo, y muchos estaremos de acuerdo en considerar que hay que oír a los demás, considerar otras ideas o creencias.
Pero esas ideas, teorías o creencias, que han estado en el mundo quién sabe por qué razón, son objeto hoy día de manipulación de personas especuladoras que engañan para obtener dinero, poder, o quién sabe qué.
Es ahí donde pongo una brecha: una cosa es especular sobre realidades posibles, y otra cosa es creer lo que otras personas dicen al respecto. Es un contexto donde existe manipulación de las creencias de las personas, hoy en día se enfoca así.
Yo también tengo amistades en esos terrenos de creencias alternativas, y demás, y lo único que veo es que se llenan la cabeza unos con otros con ciertas ideas, pero sin ningún tipo de fundamento en la experiencia, o en algo que esté lejos de lo cuestionable.
Dicho todo esto, eso que dice Jabato de los 7 niveles de la realidad es algo que se ve de uno u otro modo en otras culturas, quizá bajo otros aspectos.
Quizá el aspecto más burdo sea la misma tradición occidental con las esferas celestes, que no recuerdo si eran 7 o 10.
El sistema cabalístico hebreo parte de una inmanencia imposible de describir, que se va condensando en 10 sucesivos niveles, siendo el último el nivel material, pasando por otros que son mental, emocional, y cosas ya poco fáciles de describir.
Según la filosofía hermética, el Todo es una mente-viviente que ha generado toda la creación en su seno. Es una versión de Dios menos caprichosa y más estructural. Lo interesante es que plantea que toda la sustancia del Universo es mental, y por lo tanto es algo de carácter "plástico", maleable, incluso controlable por la mente humana, si uno se lo propone, y de ahí surge toda la justificación filosófica para la hechicería, aunque de un modo algo más "noble" (una especie de magia blanca).
También justifican otros aspectos clásicos del ocultismo como la existencia de duendes, hadas, y dimensiones intermedias como en un continuo gradual, no sólo 7 dimensiones al estilo hindú que explica Jabato.
Si uno busca, encuentra multitud de ideas o sistemas interesantes, y aunque las personas "afines" a las creencias o ciencias "alternativas" buscan que todos esos sistemas armonicen entre sí, y tratan de probar que todos tienen elementos en comùn que los hacen parte de una misma y única verdad; la verdad es que a mí me parece que se trata de sistemas de pensamiento todos estructuralmente diferentes, cuya evolución ha tenido que ver con la separación cultural y geográfica entre naciones antiguas, por decir algo. Los elementos en común me parecen casuales, y las coincidencias que tienen con lo que la ciencia descubre cada día me parecen sólo aparentes.
Hace poco se descubrió científicamente que el cuerpo humano irradia luz propia, aunque a muy baja intensidad.
¿Significa esto que todos aquellos que afirmaban que había un aura recubriendo el cuerpo humano tenían razón, que eran unos sabiondos espirituales adelantados a lo que el rigor científico no era capaz de ver ni entender?
La verdad es que si uno analiza en profundidad el fenómeno, hallará que esa luz emitida por el cuerpo nada tiene que ver con el concepto de cuerpo astral o aura, que los ocultistas defienden.
Pero no va a faltar quien asocie ideas, o vea una coincidencia, o comience a escribir libros sobre el aura, aunque con conceptos sutilmente modificados para que se parezcan a lo que dice la ciencia.
La gente "manipula" las ideas, y eso es lamentable, porque se introduce un discurso engañoso, cada vez más sofisticado, mezclando terminología científica con creencias dudosas, en una argumentación sospechosa y siempre difusa, alegremente concatenada.
Me considero menos escéptico que Jabato con cuestiones no científicas, pero no me gusta que me vengan con cuentitos.
Si hay una verdad espiritual, tiene que venir en forma seria, responsable, que sobreviva a las dudas y las críticas de la razón. Si no, ¿de qué diablos estamos hablando? ¿Cuál creencia elegir?
Hay que estar bien informado para conectar alguna creencia dudosa con la ciencia.
Por ejemplo, pensemos en la famosa polaridad Yin-Yang que está tan de moda.
Siempre hay gente que dice que esa polaridad "se ve en todas partes", en los polos positivo y negativo del campo eléctrico, o en los del campo magnético, la dualidad partícula-antipartícula, y otras dualidades más.
Pero si uno analiza los escritos antiguos sobre el dueto Yin-Yang, se ve un mecanismo por el cual el uno se convierte en el otro continuamente, una transformación permanente de uno en otro. Y yo no veo que un electrón se convierta en protón o viceversa, ni tampoco que un protón se convierta en antiprotón continuamente, o que el campo magnético de un imán fluctúe alegremente de un signo a otro volviendonos locos.
Sin embargo, he visto un mecanismo similar al Yin-Yang en ciertos diagramas de Feynmann, aunque tendría que fijarme bien, porque no recuerdo exactamente qué me sugirió esa idea.
Para concluir esta extensa exposición, pienso que la mejor apuesta para saber qué es el espacio, o el constituyente básico del Universo, consiste en seguirle la pista a los descubrimientos y teorías de la física.
Después de todo esas teorías se basan en observaciones comprobables, y en la crítica objetiva de toda una comunidad de expertos.
No dejan de ser teorías, pero tienen un sostén mucho más seguro que cualquier otra concepción de la realidad.
Aún tengo deseos de que exista la magia, lo sobrenatural, las dimensiones espirituales.
Sería muy bueno todo eso, pero eso no es cierto sólo porque a uno le parezca agradable.
La esperanza no es garantía de veracidad alguna, sino la contrastación con la experiencia. La ciencia, bah...