Hola, César.
Hace un año o dos leí un artículo (en un diario conocido, no recuerdo cuál ahora) en el que se decía que en España había más mujeres estudiando medicina que hombres (consultando ahora en internet, y según La Vanguardia, veo que, del total de estudiantes de medicina, el 74% son mujeres; ahí es na).
Bien, en ese artículo que leí entrevistaban precisamente a una estudiante de medicina a la cual un sindicato de feministas había intentado convencer de que se pasase a matemáticas o a una ingeniería o algo a sí. Las feministas alegaban que, con su talento, disfrutaría más estudiado alguna de esas carreras y que, lo que pasaba, era que su padre, seguramente, había influido en ella. La chica les contestó que había elegido lo que le gustaba y que su padre nunca se metió en su vida para que estudiase esto o lo otro, que se sentía libre y no manipulada por nadie (no recuerdo con exactitud la frases, claro, pero doy mi palabra de que venía a decir eso el artículo).
Personalmente tengo la teoría (a la cual he llegado por medio de la observación a través de mis 62 años vividos) de que a las mujeres les gustan especialmente las cosas muy prácticas. Con esto no quiero decir que la matemática no sea práctica también, pero si nos referimos a matemática pura y, en especial, a conversaciones lúdicas sobre el infinito y cosas así... a las mujeres les suele llamar poco la atención entrar en dichos debates (a lo mejor les puede interesar el tema, pero no tanto el hecho de conversar demasiado sobre esos asuntos; aunque habrá excepciones, claro). El hecho de que haya tantos médicos mujeres ya es un indicativo de que les gustan las cosas prácticas; y parecen preferir las que están relacionadas con la atención a otros (no sólo respecto de una ayuda o aportación humanitaria, en general).
Pienso que las personas tiene que ser libres; no para matar a nadie ni nada parecido, como se puede suponer, pero libres en el sentido de que no sean forzadas por los demás; y las mujeres son personas, tanto como los hombres.
Si verdaderamente los políticos, y todos los grupos de presión social relacionados con la cuestión, fueran desinteresados, no les venderían a las mujeres tanto eso de la “igualdad”, les regalarían libertad; y sin decirlo, simplemente dejándolas en paz y no haciendo que se sientan como bichos raros.
Igualdad, sí, claro; por ejemplo: en cuanto a que si una mujer trabaja las mismas horas que un hombre y rinde lo mismo, no debe cobrar un sueldo menor (lo que reza igualmente para otras características distintas del sexo: como ser blanco, negro o chino). Pero vender la igualdad, la paridad y todo lo demás para sacar más votos, es utilizar a las personas; a las personas de sexo femenino, concretamente en este caso.
Cuando yo entré al foro había más chicas que consultaban sobre problemas (más que ahora, o ese recuerdo) pero siempre iban a consultar sobre su ejercicio; muy raramente las veía intervenir en debates lúdicos; en ésos en los que a los hombres nos gusta enrollarnos tanto. Por lo dicho, porque son prácticas y prefieren dedicar el tiempo a otra cosas.
Y me parece perfecto, cada uno es libre y cada uno es como es. Aquí entra quien quiere, cuando quiere y dice lo que quiere; sea hombre, mujer, blanco o negro. Ésa es mi percepción a través de los años que llevo en el foro.
Saludos.